29 de abril de 2007

Sainete mendocino por entregas. Episodio 4. Lasaña rellena. Mas que conventillo, cambalache.


por Macedonia de Frutas

Ahora si que se completó el menú. A la Union Cicletista Redentera (UCRe), FORJAPA –con su Convalidación Cíclica– y la Unión Cicletista Popular Juvenil (UCPJ), se le terminó de agregar la Unión Nuca Adelante (UNA) lanzada por Roberto Lasaña.

La UNA promete ser un conventillo con buena cocina. En ella se alinean:
• Representando a Luján, recientemente escapado del conventillo de Sobisch, Omar Memarchi (cuando las papas queman).
• Representando a San Rafael: Ernesto Niunpelo de Sanzo (aunque tiene todos los pelos de gorila)
• Representando a Capital, la Asociación de Damnificados por el Mal de San Viti.

El plato fuerte es la lasaña rellena con gansos y pericotes, bien picaditos y mezclados.
Este relleno, de verdad insólito, no deja de asombrarnos.
¿A dónde quedaron aquellas definitivas incompatibilidades de sabores?
¿Dónde las antiguas refriegas por el fraude patriótico de unos y las intervenciones federales de los otros?
¿Quién, finalmente, se terminará de adjudicar el crimen de Lencinas?
¿Habrán cicatrizado ya las heridas por la lucha de cargos en las intervenciones a las Universidades en el ‘55 o en los gobiernos de facto?
¿Le pondrán, de común acuerdo, al dique Potrerillos el nombre de Santiago Felipe Llaver, como le dieron al aeropuerto El Plumerillo el de Francisco Gabrielli?

Las memorables jornadas de lucha entre gansos y pericotes de antaño en nuestros pintorescos barrios seguramente quedaran en el olvido.
Hoy de la mano de un “camisado” del puerto, se han licuado en la leche de la conveniencia tantos años de historia política y gastronómica.

La UNA promete un menú sin sabor ni olor, pero con las mismas ganas de engordar a costilla de otros como siempre.

26 de abril de 2007

La Edad de la Inocencia


Por Sergio Crescini

Siete años tardó la Dictadura, desde 1976, en desmontar el Estado de Bienestar que había regido la vida de los argentinos durante medio siglo. La tarea se llevó a cabo mediante distintos cambios de encaje y a través de leyes que formalizaron la CAL (Comisión de Asuntos Legislativos), conformada por representantes de las Fuerzas Armadas, a los que se sumó una tropa de asesores. Está última, como era de suponer, fue suministrada por los sectores del capital que, desde entonces, han sido los beneficiarios directos de la reconversión.

Con el advenimiento de las instituciones republicanas en 1983 –que retornaron a la vida nacional sólo porque estaban instaladas las condiciones para que la misma rapiña se presentara en clave demoliberal–, la situación en materia legal no cambió demasiado. Por lo que aquellas leyes, impuestas por mercenarios y monopolios, hoy forman parte de la estructura jurídica nacional y condicionan el entramado estructural de relaciones sociales y económicas.

Es decir, desde hace tres décadas existen las condiciones legales para la fuga de capitales; la concentración oligopólica de la riqueza; la quiebra de la producción nacional; la enajenación del patrimonio y los recursos estratégicos; el abandono del desarrollo e investigación en sectores de la industria; la dolarización de la economía; el endeudamiento externo; el desempleo, la indigencia y la pauperización de grandes sectores sociales, etc.

Parte del paisaje

Por la perdurabilidad del contexto, las nuevas generaciones se han formado pensando que la injusticia social es un dato inmodificable de la realidad.
Hasta tal punto que, en la década del ’90, se pudo instalar sin mucho esfuerzo el concepto de inviabilidad; aplicado brutalmente sobre regiones enteras de nuestro país, a fin de promover una reformulación del sistema que acotara el mapa a los centros de interés del capital imperialista.

Inviabilidad. Este término me recuerda a una expresión que se popularizó, no casualmente, en los noventa: “ya fue”. Y cuando no podés ser porque ya “fuiste”, ¿qué te queda por perder?

Pero esos que “fueron”, los arrojados por la borda para desembarcar en una ilusoria modernidad provista por los “inversores”, constituyen hoy –paradójicamente– el blanco de las acusaciones. Hacia ellos se dirigen las sospechas en los altavoces de la reacción “democratizada” que busca, convirtiendo a las víctimas en victimarios, perpetuar el proceso sostenido de descomposición económica y social. El mismo que prohijó durante tres décadas el cipayaje militar o civil y que, ahora, va tras la protección de la “mano dura”.

La crítica como ejercicio necesario

La compulsión por ocupar el espacio público con reclamos de seguridad a cualquier costo, ha puesto en evidencia una sociedad sin rumbo. Una sociedad, por otro lado, que parece estar asfixiada entre posiciones partidarias que, con apenas una diferencia de matices discursivos, sostienen el mismo modelo de distribución de riquezas y oportunidades.

Tal desconcierto frente a la ausencia de alternativas políticas para encontrar respuestas satisfactorias, alienta a pensar en la creación de un estado gendarme que primero actúe y después pregunte; o que deje las manos libres a la policía por fuera del orden público. En otras palabras, la ausencia de la política invita a retornar a la militarización del orden interno.
Por ello, surge aquí la necesidad de una profunda revisión, a efectos de establecer:

• Qué es realmente lo que sucede y qué es lo que está detrás de cada episodio criminal.
• A quién le es funcional este juego y hasta qué punto este escenario no es la construcción de un velo para evitar toparse con el problema social que le sirve de condición material de existencia.
• A qué amo reportan esas muchedumbres que, sin saber bien qué ocurre, salen compulsivamente a defender el statu quo.

Para emprender la búsqueda de respuestas es necesario recuperar la discusión y la práctica política en serio. Una discusión y una práctica liberadas de la especulación electoral; un abordaje real de los problemas y no la adecuación del discurso a lo que resulte más conveniente para no perder los favores de los aparatos o del funcionario o empresario que nos atiende generosamente el celular y distribuye, no menos generosamente, los recursos de campaña.

Pero pedirle tales cosas a los gestores del sistema demoliberal es, por lo menos, ingenuo. Porque los mismos a quienes hoy entrevista la prensa comercial buscando una respuesta ante “las demandas de seguridad de la gente” son, en su gran mayoría, los que accedieron a gestionar la transferencia de riquezas provinciales y nacionales sin beneficio de inventario.
Son, también, los que escalaron gracias a sus tramposos perfiles post ideológicos, y que nunca tuvieron la menor intención de cambiar las condiciones de desigualdad o de desafiliación y desprotección social.

Esos mismos rostros que sonríen en afiches y folletos son los mismos que durante años permanecieron impávidos ante el hambre, la miseria y la exclusión. Y creer que estos subproductos del mercadeo electoral pueden ofrecer algún rastro de solución es seguir montando una puesta en escena para que la farsa continúe.

Salir de la edad donde todo es inocencia, implica entender que aquellos que gestionan el modelo, sin cambiar ni cuestionar los términos de distribución de la riqueza, difícilmente puedan hacer otra cosa más que mantener o profundizar las condiciones de descomposición social que los índices delictivos están sintomatizando.

25 de abril de 2007

Creativos y luchadores


por León Repetur

La posibilidad de que no se siga usando a la cultura como música de fondo de las legalizaciones mediáticas de los candidatos pasa, sin lugar a dudas, por colocar el debate en sus justos términos.

La política en definitiva es tener la capacidad de priorizar las demandas ciudadanas, proponer usos de los fondos públicos y dar cuenta de su administración al finalizar los mandatos. Esto que parece tan obvio, en la realidad no se cumple.

Por lo menos en las áreas culturales, todos los candidatos tocan de oído y campea el desinterés, pariente cercano de la ignorancia.
Los que trabajamos en los diversos campos de la cultura, tanto desde lo artístico, la gestión, los negocios y las incipientes industrias locales, queremos empezar a tallar en la mesa de la distribución política de fondos públicos, de manera similar a como lo hacen nuestros bodegueros, apicultores, fruticultores, metalúrgicos, madereros, profesionales de la salud, medios de comunicación, ajeros y otros sectores de la producción local.

Lo primero que queremos es dejar de cumplir el rol de bufones del rey y legitimadores de políticas del orden establecido. Por eso nos definimos como creativos y luchadores. Porque queremos dar una pelea para la transformación de nuestros valores, dándole sentido al nuevo tejido social que nos está reclamando la ciudadanía.

Y si nuestros políticos no se ponen a tono con lo que está pasando con la cultura en el mundo y no detectan lo que viene avanzando desde la sociedad civil, difícilmente podrán desarrollar un plan cultural que pueda ser considerado con alguna seriedad.

¿Qué debe contener hoy un plan cultural?

A boca de jarro parece una pregunta difícil de responder. El conjunto “Plan Cultural” ha sido sistemáticamente bastardeado y usado desde las ciencias sociales y políticas, con tal nivel de ingenuidad y desconocimiento, que ha pasado a transformarse en un proyecto “tapón”. Esto significa que cada vez que se empieza a debatir un plan cultural es para no hacer nada y entretener a los medios y a los artistas en temas que nunca se pondrán en marcha.

Pero podemos partir de otro lado: de las necesidades de los ciudadanos. Que en definitiva es de donde parten todas las políticas públicas: salud, transporte, educación, obra pública. Pero con la cultura, parece que les cuesta hacer lo mismo. Y se equivocan los políticos tradicionales al pensar la Cultura, cuando parten de las necesidades de los artistas o de las necesidades publicitarias de los intendentes o de los gobernadores y sus ministros.
La cultura y su plan para potenciarla también debe partir de las necesidades de los ciudadanos. Y allí habrá que dirigir los esfuerzos. Para establecer mecanismos para detectar las demandas, las necesidades insatisfechas, los requerimientos de infraestructura, las campañas de educación y promoción y la transformación de la fuerza creativa de todos los ciudadanos en fuente de divisas, de posicionamiento provincial y de mejor calidad de vida.

Similitudes y diferencias de la Cultura con otras políticas públicas

¿Qué tiene de común la políticas cultural con las políticas de salud por ejemplo? En principio ambas tienden a garantizar el mejoramiento de la salud psicofísica de la población. Si la salud, como decía Carrillo, es la ausencia de enfermedad, ¿qué más sano que una persona que canta, baila, pinta, maneja su cuerpo y sus relaciones sociales con soltura y alegría?
Y esto hace la cultura. Le pone a la dureza de la vida y a la cotidianeidad llena de tensiones, ese otro momento, el momento extra cotidiano de la fiesta, del rito, del encuentro, del cultivo del intelecto y el espíritu, que nos permite una calidad de vida más alta.

¿Qué otra cosa tenemos en común con las políticas de salud? La necesidad de infraestructura, por ejemplo. Difícilmente podríamos dar respuesta a las necesidades de nuestra comunidad sin la red de centros de atención primaria de la salud, de hospitales de distinta complejidad, sin equipamientos y tecnologías de ultima generación, sin insumos médicos, sin capacitación permanente, sin concursos para cubrir los cargos con profesionales idóneos, etc.

Si observamos desde esta óptica a la política cultural nos vamos a encontrar con paisajes desvastados: cierre de salas de teatro y de cine; agonía de centros culturales barriales; inexistencia de equipamientos adecuados; carencia de insumos, etc.
Concursos, ¿qué concursos? Capacitación, ¿qué capacitación? Todo esto implica que, desde la demanda ciudadana, no tenemos política cultural.

Y aquí aparece un primer espacio para el debate y la pelea. A la demanda ciudadana de equipamiento cultural en las ciudades y pueblos de nuestra Mendoza desarticulada culturalmente le podemos dar respuesta. Intentémoslo.

20 de abril de 2007

VOLVIO EL CAFE POLITICO TAJAMAR


Este miércoles 18 de abril se inició el ciclo de charlas “Pensar la política” que será la marca del café político Tajamar –que organiza el MRP– a lo largo de 2007.
En la oportunidad, fueron invitados como expositores Antonio Gutelli (secretario General de SOEME, docente universitario y ex legislador) y Roberto Rotiman (dirigente político y empresario y docente universitario) para referirse a la temática “Política nacional y movimiento obrero”.

El café político Tajamar nació como lugar de encuentro para la libre discusión de temas políticos, sin limitación de pertenencia partidaria, gremial o de secta.
Verdadero oasis de un tiempo donde ya parecen haberse perdido las “mesas milagrosas de sabihondos y suicidas” para dar lugar a la rápida conversación de negocios; los comentarios de la programación televisiva o a la simple rosca.

14 de abril de 2007

Las mujeres y sus trabajos


por Cynthia V. Lana

Las mujeres han ingresado masivamente al mercado laboral, y este es un aspecto positivo en la evolución de las diferencias de género. Desde el punto de vista individual, la independencia económica les ofrece una alternativa a la opresión doméstica del tradicional canon familiar en donde el hombre era el único sostén.
Pero si bien se trata de un avance, no puede desconocerse que aún persisten diferencias de dignidad y derecho entre los sexos. Paradójicamente, en el mismo campo de lo laboral donde las mujeres conquistan su autonomía.

Es cierto que se ha obtenido igualdad ante la ley, en principio, y algunos derechos civiles anteriormente negados. También es cierto que se cuestiona –con todas las consecuencias políticas del caso– que la capacidad de reproducir la especie conlleve "natural y automáticamente" la obligación de crianza de los hijos y cuidado de la familia. O que lo biológico (el hecho de ser de diferente sexo) implique deberes u obligaciones para un sexo y no para otro.

Pero la realidad es que las mujeres sufren una doble jornada laboral. Es decir, tal y como está planteada la cosa, la mujer sigue encargándose de las tareas domésticas sumadas a la crianza de los hijos y, además, trabaja fuera de su casa.
El punto es que el trabajo fuera del hogar es remunerado y no así el del hogar. Al contrario, este último es considerado despectivamente como simples “quehaceres domésticos”. En otras palabras: está culturalmente instalada la noción de que el ama de casa no trabaja porque no produce valores de cambio. Incluso, ella misma lo considera de ese modo

¿Es realmente así? De ninguna manera. Las amas de casa –y las mujeres en general– cumplen una función esencial en toda sociedad productiva porque son quienes reproducen la fuerza de trabajo. Son las únicas capaces de tener hijos y, por lo general, se encargan de su crianza, hasta que en la adultez ingresen al mercado laboral. Producen mano de obra y por esta producción no reciben remuneración alguna de ninguno de los actores del capital: ni de las empresas, ni del Estado. Situación ésta que aparece más dimensionada entre los sectores con menos recursos y que se revela aún más trágicamente entre la población excluida del aparato productivo.

La norma parace ser: si trabajo para una empresa, me pagan; si trabajo en mi casa produciendo futuros trabajadores, no.

¿Qué se puede hacer? Las mujeres argentinas trabajan todo el día y todos los días; incluso los fines de semana y en vacaciones. Si pretendemos generar todos, –hombres y mujeres– un país socialmente justo, con una equitativa distribución de la riqueza, es imprescindible considerar esta doble explotación de las argentinas.

Para revertir esta situación en lo inmediato, se podría implementar una remuneración o salario básico para el ama de casa, financiado con fondos públicos del Estado. A fin de obtener tales recursos —que volverían en parte a las arcas públicas y al mercado interno argentino, ya que no cabe duda que serían dedicados enteramente al consumo– no parece una mala idea crear un gravamen específico a la actividad (timba) financiera, que genera diariamente enormes ganancias sin pagar un solo peso de impuestos.

Estaríamos ofreciendo así una reivindicación a siglos de explotación; lo cual generaría, además, un saludable sacudimiento de las relaciones culturales entre los sexos. Porque si el trabajo de crianza y reproducción de los hijos (mano de obra) fuera remunerado, se despejarían definitivamente las dudas acerca de qué es trabajo y qué no; primero en el seno familiar y luego en la sociedad entera.

11 de abril de 2007

La ideología represora no es sólo neuquina


Los indignantes episodios de represión policial que produjeron la muerte del docente neuquino Carlos Fuentealba, parecen no dolernos a todos por igual.

Algunos, como el señor Juan Carlos Blumberg, prefieren advertir sobre las consecuencias de amenazar a lo que él mismo denomina “el orden público”.
Algo similar debió pensar el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, en el momento de ordenar la embestida contra los manifestantes, puesto que aún ante las trágicas consecuencias de su decisión sigue sosteniendo que actuó en defensa del derecho a transitar el territorio provincial que los demonizados docentes estaban impidiendo.

Al parecer, se trata de uno de los pocos derechos que conoce –o al menos reconoce–, ya que en su no menos singular concepto del orden público no figuran el derecho de trabajar; el derecho de tener un salario digno y acorde a las necesidades de una familia promedio o el derecho de reclamar a las autoridades, para que cumplan o hagan cumplir los dos derechos precedentes.

Pero ni Blumberg ni Sobisch, lamentablemente, agotan el problema. Tampoco sus socios políticos hasta ayer –como Mauricio Macri o el Partido Demócrata de Mendoza–, cuya lealtad y solidez de convicciones han quedado sobradamente demostradas en los últimos días.

El abordaje del problema debe centralizarse en los beneficiarios de esta restrictiva noción de orden público. Porque la represión revela la intención de algunos gobiernos provinciales de contener el statu quo salarial; que es lo mismo que decir el statu quo de la dependencia estructural argentina. Un orden conservador promovido por aquellos que se benefician con la inserción internacional de nuestro país como una factoría de trabajo barato.

La noción de orden público, entonces, remite a un modelo de sociedad expresado, política y jurídicamente, en gobiernos como el de Neuquén. Pues recordemos que la represión de Arroyito se desató sin autorización ni presencia judicial; porque la propia legislación neuquina lo permite cuando, según reza el texto de una ley provincial, “esté amenazado el orden público”. Por supuesto que es el propio Poder Ejecutivo de Neuquén quién determina la existencia de esa amenaza, desconociendo los principios constitucionales en tal sentido.

Decimos que esta noción se expresa en otras provincias, además de Neuquén, porque la intención de relativizar los derechos de los trabajadores no es sólo patrimonio de la derecha explícita. También otros sectores y gobernadores que dicen sintonizar con la nueva política que impulsa el Presidente Néstor Kirchner, sostienen prácticas similares.

Sin ir más lejos, en Mendoza, la diputada oficialista Amalia Monserrat presentó a fines del año pasado un proyecto de ley (obrante en Extpe. 43.472/06 de la Legislatura Provincial), en el que se pretendía reglamentar el derecho de huelga, con el pretexto de “asegurar la prestación de servicios públicos esenciales”.

Tal proyecto, en su artículo 3°, dejaba peligrosamente abierta la posibilidad de que una "comisión independiente integrada según establezca la reglamentación" pudiera calificar y crear nuevas categorías de "servicios esenciales". Es decir, al igual que en la legislación neuquina a la que hacíamos referencia, el Poder Ejecutivo instrumentaba discrecionalmente las condiciones pseudolegales para la represión de protestas o medidas de fuerza.

Afortunadamente, en aquella oportunidad la dirigencia sindical de CTA y CGT pudieron evitar –con su presencia en la Legislatura Provincial y con el acompañamiento de legisladores consecuentes con su mandato– que se pudiera aprobar tamaño engendro represivo.

Con motivo de la marcha del lunes 9 también se ha reunido el conjunto de la dirigencia gremial para evitar que, como dice el documento nacional de la CGT RA, “el justo reclamo se pretenda acallar con estas metodologías que, creíamos, eran parte del pasado".

Si podemos concretar este objetivo, entre otras tareas que debe asumir hoy el movimiento obrero en su conjunto, la desaparición física de Carlos Fuentealba ya nunca podrá ser recordada como una muerte vana.

7 de abril de 2007

Dimensiones


por Sergio Crescini

¿Dónde está ubicado el lugar de la muerte?
¿Dónde la justificación para tomar una vida?
¿Dónde el espacio que permita decidir quién muere?

Un camino, un camino tomado, un proyectil que golpea la dignidad.

Hace sólo seis años la gobernabilidad en la Argentina estalló por los aires. Muertes, reclamos, mas muertes. El robo y la imposibilidad de una sociedad de darse un sistema que contenga; que proteja; que incorpore a las mayorías.
Todo se veía como un horizonte tan lejano que, en medio del hartazgo y casi compulsivamente, grandes sectores de la sociedad salieron de la impersonal vida individual para convertirse en un sujeto que estaba decidido a cambiar, a exigir, a reclamar.

¿Cuál es el sitio donde se ubicó el cambio? ¿Dónde se situó el hartazgo? ¿Cómo se articula el reclamo?

¿Existe un sector que, en forma articulada, ha comenzado a generar tensiones al interior de la sociedad, suba de precios, desabastecimiento, desestabilización?
Si es así, ¿donde se encuentra?; ¿cuál es su interés?
Tengo un sinnúmero de preguntas respecto a lo que ocurre cotidianamente. Tengo una sola certeza: nada justifica la muerte.

6 de abril de 2007

Invierta en Neuquén, invierta con confianza


por Julián Barrientos (nieto)

Sobisch nos arruinó la Semana Santa. Hace mucho que no veíamos tanta irracional violencia en una provincia argentina. ¿Qué le pasó? ¿Se le piantó el control sobre los muchachos o es el nuevo modo de hacer campaña?
Parece mentira que entre tanto cantinero de comité; sobadores de mesas de unidad básica y viajantes delegados de algún nuevo sello partidario, no hayamos visto hasta ahora tanta talento para mostrar la hilacha y sepultar –afortunadamente, por cierto– todas sus posibilidades a futuro.

“Se acabó el jueguito –habrá pensado el referente de nuestro comprovinciano Omar De Marchi, haciendo explícito lo que la mayoría de los demócratas mendocinos no se atreven a decir– ; si quieren palos tendrán palos. Maestros faltando a su sacerdocio cotidiano y haciendo piquetes; ecologistas jodiendo en el puerto; villeros reclamando terrenos… ¿hasta cuándo vamos a soportar tanto desorden?”

¿Para qué tanto verso trasnochado, que ni ellos se creen? Que la infantería tiene la culpa; que se cometieron excesos (¿les suena conocido?); que hubo provocadores, etc.
Si finalmente no se puede tapar el viento con las manos y ya todo el mundo está seguro -aunque lo sigan negando– que la agresión que recibió el profesor de química muerto, Carlos Fuentealba, fue consecuencia directa de la represión policial ordenada por el Gobernador.

La cuestión es que la semana de recogimiento pasó a ser una semana de enfrentamientos. Y los gremios docentes respondieron con huevos a la Pascua represiva de Sobisch y, con la justa indignación del caso, les metieron un paro nacional para el lunes en repudio de los cosacos neuquinos y su Jefe, el Gran Campañero.

Ahora sí que se le va atragantar la buseca caldosa. Para mí se le viene la pueblada. Y bueh, "así es esta Argentina incorregible", diría un poeta que supo ser amigo de mi abuelo en los años mozos.

5 de abril de 2007

Sainete mendocino por entregas. Episodio 3. Okupas en el conventillo de Jauretche


por Macedonia de Frutas

Sin dudas, uno de los mejores conventillos de todos los tiempos fue el que armaron Don Arturo, Juan B. Fleitas, Manuel Ortiz Pereyra, Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge del Río y Darío Alessandro (padre) en 1935. Por si alguien no lo recuerda, se llamaba FORJA.
Raúl Scalabrini Ortiz, investigador afín e inspirador del ideario del grupo, no formaba parte orgánica parte del mismo (pues se requería la membresía de la UCR para participar), pero se integró de alma superando el espíritu sectario que ya campeaba entre los peludistas.
La Gran Ciudad sufrió una espectacular transformación. Los forjistas, hartos de tanta boinita blanca sin relleno y tanto demoliberal prendido a los “oros fiscales siempre indefensos” –como decía Marechal en “Elegía de la Patria”–, patentaron otra forma de hacer política.
De las sobremesas de FORJA quedaron memorables testimonios, que ayudaron a los buceadores de estrategias para realinear sus fuerzas y dar batalla al cipayismo de todas las épocas.

Sorpresas te da la vida.

La sorpresa es que de pronto aparecieron los okupas mendocinos y lo rebautizaron FORJAPA; lo que derivó en un conventillo pretendidamente similar al de Don Arturo, pero habitado por algunos autoestimulados narcisistas y notables dormidores de siesta. El engendro abrió sus puertas hace unos años para el debut electoral del ilustre náufrago de la Isla de la Trasparencia (la misma que regenteaba Arturo Tefalla Siosí); aquel superfiscal conocido como Aldo P. Giobordano. También apareció allí Ley Va Ley Viene (los muchachos se entretienen), envalentonado por sus escenas de pugilato con el Gran Gaucho Bancario de la Pampa Húmeda y de las Arcas Secas.
Y sin necesidad real de habitáculo, ya que disponen de buenas residencias en distinguidas zonas de la fenicia ciudad, se lanzaron a la ocupación de nombre y prestigio.

Pero si FORJA fue la cuna maldita de las “zonceras argentinas” y otras clarividencias que legaron estos militantes y pensadores al nacionalismo popular; FORJAPA parece confirmar aquello de “segundas partes nunca fueron buenas”

Coalición o Complicación

Los okupas aparecieron ahora lanzando una Coalición Cívica inspirada por Doña Elisa Juana de Arco y Pieplano en su nueva Cruzada contra Sodoma. En la mesa principal, Ley Va está acompañado por el ex stalinasherino, Roberto Veletiz; el Pavo GG (porque se pasó de ganso); el astuto administrador bordo-cavallo-frepasista Orlando Braceandoli; Alberto Siempregano y otros allegados a esta nueva entente sin goyete.

En lugar de tanta alharaca, los usurpadores de nombre deberían repensar un poco mejor si pretenden estar a la altura de los genuinos patriotas del forjismo y compartir sus abundantes fuentes de información con la sociedad mendocina.

Por ejemplo:
• Ley Va podría escribir largamente sobre tejes y manejes de los poderosos bancarios que lo desterraron de la función publica. O de la connivencia entre políticos de todos los cepajes y los empresarios acólitos del Gran Gaucho.

• Aldo P. podría analizar las inclinaciones del tefallismo por las acciones petrolíferas o el resultado de las privatizaciones llevadas a cabo cuando el patrimonio del Estado estaba bajo su custodia.

• GG atreverse con los negociados de sus ex correligionarios bípedos y con las resonantes argucias de los empresarios de cargas, que él tanto conoce.

• Braceandoli desasnarnos acerca de los presupuestos por resultados y los megacanjes, entre otras atrocidades que les tuvimos que soportar.

• Veletiz aportar señales de algunos desaguisados célebres en la comuna que lo acogió un tiempito como concejal

• Siempregano referirse al eterno reciclar de amigos y entenados en los concursos de la magna casa de estudios y de las permanentes roscas que, habitualmente, reportan un aumento de presupuesto para investigaciones con olor a truchísmas.

Este conventillo virtual de FORJAPA promete varias vendettas y locaciones varias. Ya los canillas nos irán tirando la información que falta de este refinado pucherito.

4 de abril de 2007

Sainete mendocino por entregas. Episodio 2


Escribe:
Macedonia de Frutas

Por el lado del conventillo de la calle Necochea, parece que hubo desalojo.
El jueves 29 de marzo, el Negro Ramón, monaguillo de la Catedral de enfrente al conventillo, observó a un camión de mudanzas a punto de llevarse hasta los floreros del local del PJ.
Es que desde la ultima operación inmobiliaria del antiguo patrón del inquilinato, Don Cabezas Flamarelco –que dejó a todo el mundo sin vivienda propia, al vender la casa de 25 de Mayo–, “I Compagni” se han tenido que ir mudando de conventillo en conventillo.

Hablando de Don Cabezas Flamarelco, ¿qué habrá pasado con el dinero resultante de la venta del ex PJ?
Algunos vecinos dicen que “…es probable que haya ido a parar a los fondos de la primera concertación transversal; la misma que llevó a De la Rúa a la Presidencia de la Nación”. (La mayoría de ellos se persigna al llegar a esta parte del relato, presa del horror por el terrible recuerdo).

Pero entre tanto martillero y escribano, el tema de los conventillos se ha venido agudizando y la cuestión habitacional tiende a agravarse.
La macana es que la mudanza seguramente traerá muchos problemas para reacomodar a las familias que cohabitaban en Necochea.
Dicen que el 22 de abril, en reunión extraordinaria, se verá quién se queda con las piezas de adelante y bien aireadas; quién va al medio –cerca de los baños y la cocina–, y quién tendrá que irse al fondo y al altillo, con las peores piezas y sin luz eléctrica

El clan encabezado por el César, Teodolito Boffi, aspira a la parte delantera del conventillo. Si, escucharon bien: Teodolito Boffi. Es que si bien él estaba asentado en el conventillo de la calle Alem, ha mandado la mitad de la familia –por parte de esposa, claro– al conventillo nuevo de”I Compagni”. Por las dudas, ¿vió?,de que los termine desalojando definitivamente Cajetilla La Donna.
En el nuevo espacio habitacional, cuidan sus intereses varios cuñados y primos cercanos: Bigote Docelíneas Fernández; Mamarrachita Perciavale; Pampa Bárbaro y Paco Manrique Gonzalito Gaviota. (En el barrio lo llaman el Gabriel Canci de la política, porque se anota en todos los desfiles).

Los que tratan de acomodarse al medio son las familias del Mate Jaque (o “Jaqueado por la Reina”, como lo llaman, porque dicen que Cristina I lo tiene entre ojos al sureño por la ley que le hizo parar en el Gran Conventillo Senatorial).
En este grupo el que siempre talla fuerte es El Engaña Baldosas quien, desde su puesto vitalicio de conserje en el conventillo La Rosada, teje y desteje en todas las operaciones inmobiliarias y de otro tipo que hay que hacer para sostener el “negocio”.

Con preocupación recibió El Heredero –por ahora– de la maipucina Casa Gran Hermano B, las noticias de la repartija de piezas que se avecina. Lo que parecía un asentamiento seguro (y sin pensar en las cortinas), se transformó en los últimos días en un tire y afloje entre inquilinos; aspirantes todos a Latino American Idol y no a “seguí participando” como creían.

También apareció la familia de los que empezaron a engordar en base a una dieta de hidratos de carmona. Se presentan a través de una enorme foto carnet tamaño cartelera, y dicen estar apoyados certeramente por Alberto Lampazo desde la oficina central de todos los inquilinatos en Buenos Aires.
Parece que ya hay tercero en discordia.

Tutti revuelto, con mucho tuco y albóndigas de pollo: vamos viendo cómo se caldea la olla de los conventillos.

3 de abril de 2007

Sainete mendocino por entregas. Episodio 1


Por Macedonia de Frutas

Los últimos acontecimientos vividos por las estructuras políticas de Mendoza no hacen más que consolidar el denominado “Sainete Mendocino”. El título alude a los hechos generados en la última pelea radical. Veamos.

Hace ya algunos días, el conventillo se trasladó a las veredas de la calle Alem, sede central del centenario partido. Allí, tal como sucedía en tiempos de mi abuelo —cuando las viejas sacaban las sillas a la calle para matear y espiar a los vecinos—, se pudo observar a los disciplinados herederos de Irigoyen, con sus mesitas y sillas de totora en la vereda sur de Alem (arteria emblemática como pocas para nutrir un corazón radical), recibir las listas de candidatos para la próxima y supuesta interna.

Como en el célebre drama “Don Pepino y sus inquilinos”, el zafarrancho se armó un rato antes, cuando descubrieron que le habían metido Poxipol a las viejas cerraduras. Según versiones autorizadas, el nuevo mandamás de la Inmobiliaria Boina Blanca, el atildado escribano Cajetilla La Donna (¿e movile o inmovile?) tuvo que resignarse a cambiar la cerradura del emblemático conventillo.

Nadie podía entender la desesperación y llantos del contador. Hasta que un memorioso vecino recordó que la casa en cuestión habría pertenecido al mismísimo abuelo de La Donna. La pregunta no se hizo esperar entre los curiosos: “¿La habrá alquilado, vendido o donado a su antiguo y bienamado Partido?”

Lo más interesante de la trama —que, por otro lado, recién comienza— es que el tema de la cerradura y los esquives entre La Donna y los sicletistas del comité “Lo que Julio guste mandar”, presagia nuevos conflictos amorosos y económicos entre los denominados “gallegos” y “tanos” en pugna por el sello de la UCRP.

Doña Assumpta, administradora del conventillo de la vereda de enfrente (no nos referimos al PJ, claro está), nos prometió mantenernos al tanto de las trifulcas de sus ruidosos vecinos de la calle Alem.

¡¡¡Qué farabutes!!!!

2 de abril de 2007

Antecedentes de Puerto Argentino


Una de las zonceras más frecuentemente difundidas por la seudohistoriografía y la prensa porteñas respecto al 2 de abril de 1982, es la que caracteriza al desembarco argentino en las Islas Malvinas como una aventura suicida e irracional por parte de la Dictadura; a la que suele presentarse acudiendo a un último recurso en un imaginario enfrentamiento con las no menos imaginarias “fuerzas democráticas”. (Las mismas estructuras partidocráticas, vale la pena señalar, que hasta ese momento se habían cansado de proveer ministros, diplomáticos, intendentes y asesores a los aborrecidos tiranos).

Pocas veces se indica, en cambio, que pasados 17 años se habían agotado los plazos previstos para el cumplimento de la resolución de las Naciones Unidas sobre iniciar conversaciones que condujesen al traspaso de la soberanía a la Argentina,
O que se trataba de un objetivo militar argentino largamente diseñado y que durante décadas se estudiaron planes semejantes en las Fuerzas Armadas. Ya en 1941, el Capitán de Fragata Ernesto Villanueva, presentaba en la Escuela de Guerra Naval un proyecto sobre los aspectos técnicos de la recuperación de las islas, como bien destaca el historiador Jorge Abelardo Ramos.

Malvinas es una cuenta pendiente de la Revolución Latinoamericana. Seguramente, las imágenes de Galtieri o Costa Méndez resultan poco ilustrativas de una gesta emancipadora. Pero como bien decía León Trotsky sobre las jornadas de 1917 en Rusia: “La revolución no escoge sus caminos: hizo sus primeros pasos hacia la victoria bajo el vientre del caballo de un cosaco”.

A continuación, ofrecemos un repaso sobre los principales antecedentes históricos que condujeron a la Batalla de Puerto Argentino, extraídos de la monumental “Historia de las Relaciones Exteriores Argentinas”, dirigida por Andrés Agustín Cisneros y Carlos Escudé. Por si es necesario aclararlo, ambos autores son insospechables de cualquier simpatía con las causas populares.



• Desde 1969, el Gobierno británico había comenzado a percibir la resonancia política que podía generar la posible existencia de petróleo alrededor de las Malvinas. Según el historiador L.S. Gustafson, en aquella oportunidad, el Foreign Office concluyó que sería mejor no hacer nada al respecto por temor a provocar un aumento en la tensión política entre Gran Bretaña y la Argentina al punto de empujar a esta última a ocupar las islas por la fuerza.
Más tarde, el Gobierno británico decidió realizar sus propias exploraciones en las aguas de las Malvinas para constatar si efectivamente había allí petróleo. Para ello, a partir de 1970 se llevaron a cabo relevamientos en la zona. Hacia mediados de los 70s se habían acumulado pruebas que sugirieron que probablemente existía petróleo en la región.

• El 19 de marzo de 1975, la Cancillería argentina emitió un Comunicado de Prensa en respuesta de la intenciones británicas. Según este texto, la Argentina no reconocía el ejercicio de ningún derecho en materia de exploración o explotación de recursos naturales.
Como respuesta al amenazante comunicado argentino, en el mes de abril, el recién designado embajador del Reino Unido en la Argentina informó, en su primer encuentro con el Canciller Alberto Vignes, que ante cualquier ataque a las Islas el Gobierno británico respondería con la fuerza militar.
A pesar de la oposición argentina, el gobierno inglés mantuvo sus propósitos y el 16 de octubre confirmó el envío a las islas de un misión económica encabezada por Lord Shackleton. Ante este anuncio, el 22 de octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró que no se concedía permiso oficial a la misión Shackleton. Ya el 16 de octubre, había hecho saber que el envío de la misión de relevamiento económico introduciría una desagradable perturbación en las relaciones anglo-argentinas y que su presencia pondría en peligro la solución pacífica de la disputa. Esta reacción echó por tierra las expectativas del Foreign Office de que el envío de una misión patrocinada por el Gobierno, en lugar de una empresa privada, calmaría al gobierno argentino.

• Juan Archivaldo Lanús afirma que la Misión Shackleton, no autorizada por el gobierno argentino, introdujo un cambio sustancial que violaba un tácito principio de no innovar, que ambos países habían respetado hasta ese momento.
El 8 de noviembre de 1975, el representante argentino ante las Naciones Unidas sostuvo que dado que el estado presente de la situación entre ambos países era de ruptura de negociaciones, la Argentina no dejaría de valer sus derechos en la forma que considere más apropiada. El Gobierno británico consideró que este discurso contenía la idea de una acción unilateral por parte de la Argentina.

• El historiador inglés Douglas Kinney agrega que a partir de mediados de los 70 tanto la oposición como el Gobierno argentino habían comenzado a utilizar regularmente la amenaza de invasión como parte de la presión diplomática.

• En septiembre de 1975, durante el congreso anual de la Unión Interparlamentaria en Londres, el Senador argentino Luis León participó en una serie de incidentes con sus pares británicos. Según el delgado británico, Lord Newall, el Senador insinuó en una reunión a puertas cerradas "que la Argentina podría recurrir a la fuerza para recuperar las islas".
En otro debate, León acusó a los británicos de piratería internacional, y sostuvo que "al agotarse su paciencia la Argentina habría de decirles a las Naciones Unidas y al mundo que su propia dignidad hacía intolerable que se prolongara por más tiempo tal situación"

• A fines de 1975, se llevó a cabo en París una reunión por el Diálogo Norte-Sur. Allí, un nuevo canciller argentino, Manuel Aráuz Castex se encontró con su par británico, el Secretario del Foreign Office James Callaghan, quien le solicitó iniciar conversaciones sobre cooperación económica. Como era de esperar, Araúz Castex expresó su aceptación si se incluía la cuestión de la soberanía. También como era de esperar, la respuesta de Callagham fue que para tratar ese aspecto debía consultar la voluntad de los isleños.
La tensión entre ambos países había aumentado y durante los primero días del año siguiente, la presidente María Estela Martínez de Perón mantuvo reuniones para analizar la situación en Presidencia con el canciller Aráuz Castex y los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas. Allí se analizó el texto de un Comunicado de Prensa que fue finalmente publicado el 5 de enero de 1976 por la Cancillería para contestar a lo que consideraban una "ruptura unilateral" de las conversaciones por parte de los británicos.
Kinney sostiene que en esa reunión los militares se opusieron a una invasión como solución a la situación planteada en ese momento (a pesar de sus posibilidades de éxito). Al respecto se han dado dos explicaciones. Según una de ellas, los motivos de tal postura estaría en que una recuperación exitosa de las Malvinas reforzaría al agonizante gobierno de la presidente Martínez de Perón. Otra explicación sería que una acción armada contra las Islas hubiera sido contraproducente para la campaña de relaciones públicas hacia los isleños que llevaba a cabo el Gobierno argentino. Por lo tanto, las comunicaciones y los servicios a las Islas no fueron interrumpidos.

• El 3 de enero de 1976, Lord Shackleton arribó a las Malvinas a bordo del buque HMS Endurance. El Canciller argentino sostuvo que el arribo del enviado británico en esa fecha, coincidente con la ocupación de las Malvinas en 1833, era una "coincidencia hóstil y desconsiderada" y que por ello el Gobierno argentino consideraba que el Gobierno británico había roto unilateralmente con las negociaciones. Más aún, informó al embajador británico que "las dos partes se mueven rápidamente en un curso de colisión".
Ante esta escalada en la tensión de las relaciones, Callagham envió el 12 de enero un mensaje a la Cancillería argentina en el que sostuvo que el tema de la soberanía era una "disputa estéril" y en un intento conciliatorio los invitó a mantener conversaciones confidenciales. La respuesta fue inmediata. El 13 de enero el Ministro de Relaciones Exteriores respondió, lamentando "no encontrar ningún elemento positivo que justifique la reapertura de negociaciones". El mismo día la Cancillería argentina informó que su embajador ante Gran Bretaña, Manuel de Anchorena, no retornaría a Londres y que había comunicado al Gobierno del Reino Unido que sería aconsejable que retirara el suyo, Derek R. Ashe, de Buenos Aires.

• En medio de la crisis, el 16 de enero, un buque de transporte de la Armada Argentina desembarcó en Puerto Stanley 750 toneladas de equipo y cincuenta miembros del cuerpo de ingenieros del Ejército. En la capital de las Islas muchos pensaron que se hallaban ante el preludio de la invasión. Sin embargo, un mensaje del Foreign Office desde Londres, enfrió los ánimos al informar que el desembarco del equipo era legítimo y que se trataba del material para extender la pista de aterrizaje según se había acordado en 1972.
Los organismos regionales se expidieron en apoyo de la Argentina. La Organización de los Estados Americanos sostuvo que la exploración del potencial económico de las Islas constituía una amenaza a la seguridad hemisférica. También el 16 de enero, el Comité Jurídico Interamericano de la OEA declaró en Río de Janeiro que la Argentina tenía un inobjetable derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas. Calificó a la misión Shackleton como una "innovación unilateral" que violaba las Resoluciones de las Naciones Unidas y que amenazaba la paz internacional y la de toda América Latina; por último, que todas esas acciones implicaban un esfuerzo hostil para silenciar los reclamos argentinos y obstaculizar el progreso de las negociaciones solicitadas por la Asamblea General. Con posterioridad, Gran Bretaña rechazó, en una nota presentada a la Comisión de Descolonización de las Naciones Unidas, la declaración de la Comisión Jurídica de la OEA.

• El pico de la crisis se alcanzó el 4 de febrero cuando el destructor de la Armada Argentina ARA Almirante Storni se dispuso a detener al buque de investigación oceanográfica británico RRS Shackleton que navegaba a 78 millas al sur de Puerto Stanley. Desde el destructor se ordenó: "Detenga las máquinas o abriré fuego". El motivo esgrimido por la nave argentina fue que los británicos se hallaban dentro del límite de la jurisdicción argentina de las 200 millas alrededor de las Islas. Según algunos informes, también se creía que Lord Shackleton se encontraba a bordo.
El capitán del buque británico, actuando bajo órdenes radiales del gobernador de las Malvinas, Neville French no detuvo la marcha, se rehusó a recibir un grupo de abordaje o seguir al Storni al puerto de Ushuaia. Con el fin de aumentar la presión, las acciones del destructor fueron apoyadas por un avión de reconocimiento marítimo Neptune de la Armada. El destructor entonces hizo varios disparos sobre la proa del Shackleton que a pesar de ello prosiguió su ruta hacia Puerto Stanley. El buque argentino no persistió en su accionar pero siguió a la nave inglesa hasta seis millas de ese puerto donde finalmente emprendió el retorno.
El hecho que la nave argentina se haya limitado a realizar algunos disparos y que no emprendió ninguna otra acción a pesar de su capacidad, parecería demostrar que sólo se buscó enviar un aviso: no se le reconocían derechos a Gran Bretaña para incrementar el desarrollo económico de las Islas. Ante los hechos, se sucedieron las protestas británicas ante el Gobierno argentino y ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La Argentina protestó y acusó al Gobierno británico de haber violado las normas relativas a la jurisdicción marítima, en tanto que el Reino Unido denunció la actuación del buque argentino como un "peligroso" hostigamiento contra un buque que navegaba pacíficamente para efectuar "un relevamiento científico en la zona".

• Kinney sostiene que los militares argentinos, y no el Gobierno habían planeado dicha acción desde antes del nuevo año. De acuerdo con su relato, la intención de los militares era hacer un gesto que no cobrara víctimas y reforzar el reclamo argentino para que su límite de las 200 millas incluyera, además de la costa del continente, la plataforma y las islas. Por otra parte, el buque como rehén hubiera servido para ejercer mayor presión sobre el gobierno inglés para negociar la soberanía a condición de su liberación. Para Kinney, este hecho demuestra que los militares argentinos prefirieron llevar a cabo un gesto político-militar antes que una invasión que implicaba riesgos para ellos y beneficios para el gobierno civil.

• En su Informe a la Cámara de los Comunes, Lord Franks indica que durante el mes de febrero de 1976, el Comité de Defensa del Reino Unido, elaboró planes de contingencia para enfrentar un posible ataque argentino. Los planes concluían que la mejor acción sería el envío de una fuerza naval que transportara tropas de desembarco, el apoyo de un portaaviones y gran cantidad de apoyo logístico.

• Según Virginia Gamba, a partir de 1976 Gran Bretaña intentó dilatar la negociación seria con la Argentina, no vacilando para ello en quebrar las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas ni en repudiar la buena fe argentina concretada en el Acuerdo de Comunicaciones de 1971

• Lanús informa que en el año de 1976 el gobierno argentino presentó una propuesta escrita al gobierno Británico para un progresivo traspaso de soberanía de las islas. La propuesta contemplaba una etapa previa de Administración Conjunta, luego llegaría "el momento en que el Gobierno de la República Argentina asumirá la totalidad de las funciones constitucionales, administrativas, judiciales, legislativas, la responsabilidad de la defensa y la conducción de las relaciones exteriores en las Islas Malvinas, reconociendo en esa oportunidad el Gobierno Británico la plena soberanía argentina". Se proponía que la administración conjunta durara ocho años y se agregaron luego, detalles referentes a las garantías a otorgarse a los isleños. Al mismo tiempo, los británicos también presentaron "una serie de ideas". Una de ellas apuntaba a la cooperación en aquella región del Atlántico sobre derecho del mar, régimen de pesquerías y explotación de hidrocarburos.

• Durante la campaña del verano austral de 1976/77, el rompehielos argentino ARA General San Martín y el transporte ARA Bahía Aguirre transportaron el material y el personal para instalar una base en las Islas Sandwich del Sur. A partir del 7 de noviembre de 1976, ingenieros de la Armada comenzaron a construir la Estación Científica Corbeta Uruguay en la Isla Morrell, perteneciente al Grupo de las Islas Tule del Sur en el extremo más austral de las Sandwich. La construcción llevó cuatro meses y la estación fue inaugurada oficialmente el 18 de marzo de 1977. El 20 de diciembre, el helicóptero del HMS Endurance observó la presencia de los militares argentinos en el último confín de las "Falkland's Dependencies". El 5 de enero de 1977, el Foreign Office pidió explicaciones por la acción unilateral de la Argentina a su Encargado de negocios en Londres .

• El 14 de enero, la Cancillería argentina respondió que su objetivo en el Grupo de las Tule era la instalación de una estación científica y que dicha operación se hallaba dentro "del área de soberanía argentina", al mismo tiempo la respuesta insinuaba la esperanza por parte del gobierno argentino de que el hecho no se utilizara como una excusa por parte del Reino Unido para romper las negociaciones. La nota sugería que la estación no sería un establecimiento permanente. A la nota siguieron los intercambios entre encargados de negocios y finalmente, el 19 de enero, el Reino Unido presentó una protesta formal en la que denunciaba que el establecimiento de la base científica por parte de los argentino era una violación a la soberanía británica en las Islas Sandwich del Sur. Pero la protesta no fue acompañada de un ultimátum y expresaba que el Gobierno de Su Majestad esperaba ser informado de la conclusión del programa científico. La decisión pasó entonces a los argentinos quienes reforzaron su presencia en la Isla hasta ser desalojados definitivamente el 20 de junio de 1982.

• El Informe Franks afirma que los argentinos habían preparado un plan de contingencia en caso de que los británicos hubieran decidido desalojar la estación. El plan consistía en tomar represalias contra el grupo británico de investigación antártica en las Georgias del Sur y así escalar hasta ocupar las Malvinas en una operación argentina conjunta de la Armada y la Fuerza Aérea acompañada de acciones diplomáticas en las Naciones Unidas.

• En los meses finales de 1977, la atmósfera diplomática con Gran Bretaña se hallaba bastante deteriorada. Durante ese año los argentinos habían disparado contra un buque británico, habían retirado su embajador en Londres y habían solicitado a ese país el retiro del suyo, y se habían reinstalado en la Isla Morrell. Esta última acción, fue calificada por los británicos como una "violación de su soberanía". Además, el Gobierno argentino, a través de su agregado naval en Londres Capitán Anaya, había informado al británico que estaba dispuesto a interceptar y eventualmente hundir a cualquier intruso en aguas territoriales argentinas en los alrededores de las Malvinas.

• Entre 1977 y diciembre de 1981 continuaron los encuentros entre los representantes del Reino Unido y de la Argentina. Estos tuvieron lugar en Nueva York, 13 y 14 de diciembre de 1977; Lima, 15 y 16 de febrero de 1978; Nueva York, 14, 15, y 29 de septiembre de 1978; Ginebra, 18 y 19 de diciembre de 1978; Nueva York, 21 al 23 de marzo de 1979 y 28 de septiembre de ese año; y también en Nueva York el 28 y 29 de abril de 1980; otra vez en Nueva York, 23 y 24 de febrero de 1981; y París, 15 de junio. En todos ellos se intentó buscar una conciliación cada vez más difícil entre las posturas de cada parte, cooperación y soberanía. Este intento estaba impulsado, fundamentalmente, por el gabinete económico encabezado por José Alfredo Martínez de Hoz

• El año de 1982 significó el inició de nuevas rondas de negociaciones que como todo nuevo intento conllevaba cierta grado de optimismo. Sin embargo, la intransigencia de las partes llevó a la percepción de que las soluciones diplomáticas se agotaban rápidamente y comenzaron acumularse los negros nubarrones de una crisis en ciernes. El Gobierno británico iniciaba las negociaciones con nada nuevo para ofrecer a los argentinos. Por otra parte, éstos que iniciaron las negociaciones en 1965 con expectativas de una rápida solución a su favor, se hallaban cada vez más impacientes por llegar a esa solución y no otra.

El desembarco en Puerto Argentino era inevitable.