25 de septiembre de 2008

El Club de París y el BCRA (Nota 2)


(Click para ampliar)

Por Mario Cafiero, Ricardo Monner Sans y Francisco Javier Llorens

Estado resumido actual del BCRA

El cuadro que figura arriba —resumido de Activos y Pasivos del BCRA al 31 de agosto de 2008, en lo referido a su capacidad de ejercer el control y la regulación monetaria, a los fines de preservar el valor de la moneda— pone en evidencia la muy delicada situación en que se encuentra, aun antes de haberse efectuado el pago al Club de París.

En un marco agravado de incertidumbres externas e internas, y en el contexto de la idiosincrasia argentina acentuada por la vigencia de la convertibilidad, de buscar refugio en el dólar u otras monedas extranjeras, como modo de atesoramiento.
Las técnicas de contabilidad no son una ciencia oscura. Sus conceptos y criterios son simples. Toda operación debe contabilizarse por partida doble, para conocer los Activos y los Pasivos de una empresa, institución o persona. Y el análisis de la naturaleza de estos Activos y Pasivo nos brindan un detalle de suma importancia: conocer que parte de esos activos y pasivos son circulantes y cuales son fijos.

La diferencia entre el activo circulante y el pasivo circulante es lo que se conoce como Fondo de Maniobra (FM), que si es inexistente o insuficiente coincide lamentablemente con las siglas del FMI, de triste memoria para nuestro país. No hay que ser especialista contable para darse cuenta que cuanto mayor Margen de Maniobra cuente una empresa o institución, estará tanto mejor preparada para sortear dificultades. Incluso una “tormenta perfecta” como las que suelen brindar las complejidades de las finanzas modernas. Si se tiene alguna duda sobre estos conceptos, no se necesita consultar al ex directivo del FMI y del BCRA Mario Blejer, sino que puede hacerlo por Internet en http://es.wikipedia.org/wiki/Fondo_de_maniobra

Básicamente el FM es lo que quedaría del Activo circulante si en un momento determinado se tuviesen que devolver todas las deudas a corto plazo (Pasivo Circulante) que ha acumulado la empresa o institución, Por lo tanto, cuanto mayor sea el FM de una empresa menos riesgo habrá de que caiga en insolvencia. Si el FM es negativo, el Pasivo circulante es mayor que el Activo Circulante: en este caso es urgente aumentar el Activo Circulante para poder devolver las deudas a corto plazo. En la generalidad de los casos un FM negativo es un indicador de problemas financieros futuros o en ciernes.

El cuadro, lamentablemente, nos informa que el FM del BCRA sería negativo en nada menos que en $ 90.000 millones, o u$s 30.000 millones. También nos muestra la enorme ex-posición que tiene el BCRA como prestamista del Tesoro, situación que en cualquier provincia argentina hubiese derivado hace mucho tiempo en la quiebra del banco provincial.

Otra forma de exposición del problema bajo el canon de la ley de convertibilidad, sin que esto signifique compartir para nada sus preceptos, es que para hacer frente a la base monetaria de $ 99.090 millones, con reservas netas reales de libre disponibilidad de u$s 7.136 millones, el tipo de cambio debería elevarse a casi $ 14 por dólar.

Lógicamente esta previsión se torna aun más desfavorable, si en vez de la Base Monetaria, se toma la Base Monetaria amplia, que incluye a los depósitos en otra monedas ($ 110.000 millones), o el M2 ($ 161.000 millones); o el M3 ($ 296.000). Esto nos indicaría que el BCRA actualmente estaría realmente imposibilitado de enfrentar una corrida cambiaria y/o bancaria en serio, habiendo caído la convertibilidad con indicadores mucho mejores que estos.

¿Como se derivó en esta situación?

Para responder este interrogante debemos remontarnos a que luego de la caída del régimen de convertibilidad de la moneda a fines del 2001, no se realizó en absoluto un replanteo profundo de los instrumentos de política monetaria.

El cambio de la política monetaria de la caja de conversión a la intervención del BCRA en el mercado de cambios para comprar divisas (a los efectos de sostener un tipo de cambio alto y favorecer exportaciones) y la política de “esterilización” de esas divisas con la emisión de deuda por parte del BCRA, se fue realizando mediante parches en la legislación, introducidos al compás de la emergencia, de leyes votadas de apuro a tontas y locas, sin ningún estudio y reflexión, y de Decretos de Necesidad y Urgencia (o mejor dicho Decretos de Necedad y Urgencia).

Retazos de la vieja ley de convertibilidad Nº 23.928 y de la Carta Orgánica (CO) del Banco Central nº 24.144, coexisten con legislación de emergencia y DNUs, generando graves intersticios, lagunas, y contradicciones en la legislación que regula el funcionamiento del BCRA.

Paralelamente a ello se llevó a cabo un pésimo arreglo de la deuda en default, sin intervención alguna por parte del Congreso. La original propuesta de Dubai, que podría haber sido una razonable solución al problema, fue sucesivamente flexibilizada y desnaturalizada, al punto tal que ni siquiera conservó su nombre hasta el final.
De esta manera se llegó a una solución híbrida, ni de Estado, ni amistosa con el mercado, pese a que el plan de sustentabilidad de la propuesta elaborada por el ministro Lavagna, se basaba estúpidamente en la vuelta al mercado de la deuda para refinanciar los vencimientos. Por esta razón quedó pendiente de solución una cuarta parte de la deuda, y a la par que se multiplicaban en el exterior los reclamos para su regularización, se hizo evidente que Argentina se encontraba bloqueada financieramente, como consecuencia de los errores propios cometidos durante la renegociación.

El siguiente peldaño en la lista de errores, fue el pago cash al FMI y los pagos efectuados al Banco Mundial, en vez de haber reconvenido a estos organismos por el desastroso resultado de sus políticas, que Argentina se vio obligada a cumplir bajo la presión de una deuda fraudulenta heredada de la dictadura, que convirtieron a nuestra nación en el único país en desarrollo en el mundo, hasta llevarlo a la catástrofe del 2001.

Esa reconvención habría permitido al menos plantear un larguísimo repago de las deudas contraída con esos organismos; y aplicar paralelamente las divisas despilfarradas con esos pagos, a una genuina reconstrucción de la sociedad argentina desde sus mismas bases, con especial énfasis en la niñez y la juventud.

Esta postura habría permitido también negar rotundamente la supervisión del FMI, a los efectos de plantear el pago en largísimas cuotas al Club de Paris. Se habría evitado de tal manera la trampa en la que se autoencerró Argentina consecuencia del pago cash al FMI, de el pague cash, o si quiere cuotas, pase antes por el FMI.

A su vez el pago cash tanto al FMI como al Club de Paris, resulta frontalmente contradictorio con el estado de emergencia y necesidad con el que Argentina justificó su declaración de default, ante los tribunales de distintos países en quienes prorrogó su jurisdicción. Incluido el CIADI, dependiente del Banco Mundial, al cual pese a ello no recusó, sino que por contrario durante el actual gobierno se sometió expresamente a su jurisdicción.

Sin embargo el estado de emergencia y necesidad, si bien no es fácil verlo desde Puerto Madero, subsiste a lo largo y ancho de nuestro país. Se puede apreciar en cada mendigo, niño de la calle, cartonero o carrero que se cruza en nuestro camino, y en la juventud de nuestra clase baja, que sin estudios y con un 40 % de desempleo, se hunde en las drogas, la delincuencia, y la marginalidad, lo que repercute en la seguridad de toda la población. De esta manera el estado de emergencia y necesidad se refleja también en cada delito que soportan como víctimas nuestros ciudadanos, en esta especie de larvada guerra civil de baja intensidad, que hemos heredado como consecuencia de la intervención en nuestra economía del FMI y el Banco Mundial.

De la misma forma que la satisfacción de un acreedor por parte del actual gobierno acrecienta las demandas del siguiente, la incursión en un error, una mentira, o una omisión por parte del actual gobierno, lo lleva también al siguiente, siendo esta la situación en la que estamos actualmente.

No hay comentarios: