15 de abril de 2008

¿Techint es una empresa argentina? (Nota 1)


por Cynthia V. Lana

“Para ser protagonistas de la globalización tenemos que dar una dimensión internacional a nuestras empresas y a la cadena de valor que nos acompaña. Usted, señor Presidente, lo sabe muy bien. Y nos ayudó en muchas ocasiones con sus consejos y acciones”.

De Paolo Rocca a Néstor Kirchner.
San Nicolás 5 de setiembre de 2007



Coincidiendo con la publicación en nuestro blog de la nota de Raúl Quiroga, “Justicia para todos”, donde se señala la responsabilidad de Techint/UIA en el desmantelamiento del aparato productivo argentino a partir de 1976, se conoció la decisión del gobierno bolivariano de Venezuela de renacionalizar SIDOR.

SIDOR (Siderúrgica del Orinoco) es propiedad en un 60 por ciento del grupo Ternium, el imperio de los aceros planos controlado por Techint.

Ternium adquirió en EEUU la compañía Hydril, que tiene fuerte presencia en el golfo de México, en Brasil y en el Africa occidental. También compró en el país del norte la empresa Maverick Tube Corp. y en Mexico a Hylsamex.

Partiendo de estos datos, nos sorprende que la mayoría de los medios se refiera a Techint como “una empresa argentina” y hasta hay quien se atreve a hablar de la “burguesía nacional de Kirchner”.

Por ello, nos pareció oportuno aportar algunos datos históricos que ayuden a comprender el carácter transnacional de una empresa que, como se dice en la nota de Quiroga, fue una de las artífices de la reconversión monopolista impuesta por medio del terrorismo de Estado en 1976.

Respecto a esto último, vale la pena indicar que algunas fuentes sostienen que el 17 por ciento de los obreros metalúrgicos asesinados durante la dictadura pertenecían a Siderca, la más antigua empresa del grupo Techint en nuestro país. Asimismo, uno de los centros clandestinos de detención de la zona, el Tiro Federal de Campana, se encuentra lindante a la fábrica y hasta existe una puerta que comunica ambos lugares.

Una aberración que no desmerece, como se verá, los orígenes de la empresa.

Marca de nacimiento

La versión del emigrante italiano que hizo fortuna en la Argentina es una leyenda sobre el origen de Techint que puede encontrarse tanto en Wilkipedia como en ciertos autores y periodistas especializados. (Especializados, al parecer, en la obsecuencia).

Pero la historia es bastante distinta. Los antecedentes de Techint se remontan a la Italia de las primeras décadas del siglo. Específicamente, a la época en que la poderosa Banca Commerciale controlaba, entre otras, a la firma industrial Dalmine, donde se desempeñaba quien años después sería el fundador de Techint: Agostino Rocca.

Posteriormente, como consecuencia de la crisis del ’30, el Estado fascista funda el IRI —Istituto per la Ricostruzine Industriale— empresa estatal que toma a su cargo numerosas firmas industriales, entre ellas a Dalmine, que con el tiempo llegó a ser la productora de tubos sin costura más importante de Europa.

Ya transformado en un hombre de confianza del Duce, Rocca fue designado director del consorcio Cornigliano, clave en la logística de la guerra. Además, estaban a su cargo las empresas Finsider, Terni, Siac y Dalmine, hasta 1939, gracias a lo cual sentó una estrecha relación con empresarios alemanes.

Los buenos negocios con la Alemania nazi de las empresas Dalmine y Ansaldo hicieron que Rocca consagrara a ellas su mayor esfuerzo, al punto de renunciar a la dirección del resto de las firmas. También desde 1939 y hasta 1943, Agostino desempeñó funciones importantes en la Confindustria, la Cámara de Corporaciones Fascistas.

Al finalizar la guerra interimperialista, se organiza en Italia la empresa Compañía Técnica Internazionale (Techint) que se instala en la Argentina en 1946, mediante Techint Cía. Técnica Industrial S.A., bajo la conducción del reciclado Agostino (ahora Agustín) Rocca.

De allí en más Techint registra una acentuada expansión centrada en la producción sidero-metalúrgica y en menor medida en la construcción. En la producción siderúrgica sus empresas más importantes serán Dalmine Siderca S.A., instalada en 1949, y Propulsora Siderúrgica S.A. fundada en 1962.

Expansión posterior a 1976

La evolución de Techint S.A. constituye uno de los ejemplos de expansión más significativos, entre las empresas transnacionales diversificadas y/o integradas que lideraron la actividad industrial a partir del modelo instaurado en 1976.

Al mismo tiempo que mantiene y expande su rubro tradicional, la siderurgia, en el cual es uno de los productores principales, lo integra con la adquisición de una empresa productora de motores eléctricos. Además se asocia con otros grandes capitales extranjeros y nacionales para proveer a la instalación de centrales telefónicas.

Asimismo, da algunos pasos fundamentales para diversificar aún más su espectro productivo al incorporarse a otras áreas productivas de primordial importancia en este período: la extracción de petróleo, con extensión, además, hacia la explotación minera y de gas.

Expande otra de sus tradicionales actividades, las grandes obras de construcción e instalación, tanto privadas como para satisfacer las múltiples demandas estatales, proyectos hidroeléctricos, nucleares, de electrificación de los ferrocarriles, destilerías y de rellenos sanitarios.

En 1978 murió el patriarca de Techint y lo sucedió su hijo Roberto. El grupo ya contaba con dos plantas siderúrgicas en la Argentina (en Campana y Ensenada), actuaba en ingeniería y construcción y estaba presente en gran parte de los países de América latina.

Las nuevas firmas instaladas por Techint entre 1976 y 1983 muestran hasta qué punto esta transnacional se vio favorecida por la política económica de la dictadura cívico militar. Ellas son: las petroleras Tecpetrol SA (1979), Golfo Petrolera SA, Cañadón Piedras SA, Progreso Perforaciones Petroleras (estas tres últimas de 1981); la minera Tecminera SA (1979); Consorcio de Comunicaciones Patsa, fabricante e instaladora de centrales telefónicas (1978); Metalúrgica Metanac SA, destinada a grandes proyectos hidroeléctricos y las empresas constructoras Ingeniería Tauro SA, Mudar SA y Nuclear SA, orientada a la instalación de plantas nucleares.

Compra de SOMISA

En los años noventa, Roberto Rocca llevó adelante el proyecto de producción de aceros planos al ganar la privatización de SOMISA (Sociedad Mixta Siderurgia Argentina), durante el gobierno de Carlos Menem, y transformar a la ex empresa estatal en Siderar.

Con esta incorporación, Techint amplía colosalmente la producción de tubos de Siderca. Tal expansión le permite sumar la matriz italiana Dalmine, la mexicana Tamsa, la NKK de Japón, Algoma de Canadá, Confab de Brasil y Tavsa de Venezuela. Tal proceso condujo a la creación de Tenaris, en 2002, que fabrica hoy uno de cada tres caños petroleros que se venden en el mundo y es una de las empresas más valiosas del orbe, superando en cotización a firmas como Repsol YPF, Kodak o Amazon.

Subordinación y valor

Al morir en 2003, Roberto Rocca era uno de los 300 hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes, con una fortuna cercana a los 1.600 millones de dólares.

Lo sucedió su hijo Paolo, actualmente la cara visible del holding, quien no ha dejado de ser un devoto oficialista a pesar de alguno que otro escandalete, como el Skanska-TGN, pareció enturbiar la relación con la pareja presidencial. No es nada raro, pues como veremos en la próxima nota, la subordinación del Estado argentino ha sido, desde siempre, la clave del éxito para el grupo Techint.

Fuentes:
• Muchnik, Daniel. Negocios son Negocios. Los empresarios que financiaron el ascenso de Hitler al poder. Buenos Aires, Editorial Norma, 1999.

• Azpiazu, Daniel; Basualdo, Eduardo; Khavisse, Miguel. El nuevo poder económico en la Argentina de los años 80. Siglo XXI Editores Argentina, 2004.

• Di Fino, Miguel; Nuñez, Ariel O. y Sadonio, Soledad. Sobre ausencias y exilios. Un ensayo histórico sobre Campana entre 1976 y 1982. Campana, Buenos Aires: 1999.

• Lozano, Claudio. La privatización de Somisa. ¿Consolidación del oligopolio privado en la producción siderúrgica?, IDEP/ATE, 1995.

• Diarios Clarín, Página 12 y La Nación.
• Revistas Forbes y Fortune

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cynthia me parecio muy buena la nota del blog, que bien vuelto está. Verla
impresa en hoja de molde no estaria mal.
saludos.
josé