9 de octubre de 2008

Pago con reservas (pero del BCRA)


por Mario Cafiero, Ricardo Monner Sans y Francisco Llorens

N. de la R.: El Presupuesto Nacional 2009 enviado por el Gobierno de Cristina Fernández al Congreso revela la firme decisión de echar mano de las reservas del Banco Central para pagar los vencimientos de la deuda externa durante el año próximo; destinando 24.618 millones —casi el 11% del total del Presupuesto— a cumplir con los acreedores internacionales (tanto Club de París como los bonistas). A tal punto que dicho Presupuesto prevé, en su artículo 72, reformar la carta orgánica del Banco Central para usar más reservas en la "honra" de la deuda, eliminando los topes en materia de adelantos de préstamos.

De este modo, se le permitiría al Gobierno pagar con reservas cualquier deuda que se encuentre expresada en moneda extranjera.
La carta que reproducimos a continuación fue enviada al titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación, advirtiéndole a sus miembros —según las propias palabras de uno de los autores, Mario Cafiero— , "respecto a la enormidad que están por cometer; la que conforme el artículo 29 de nuestra Constitución, los tipificaría en el delito de 'infames traidores a la Patria", al dejar la fortuna de los argentinos a merced del gobierno o de terceras personas. Máxime en el contexto de la actual crisis financiera internacional que sacude al mundo".

También agrega Cafiero que "meter la mano en las reservas del Banco Central, es lo mismo que meter la mano en el bolsillo de todos los argentinos, dado que ellas conforme la legislación vigente, son las que respaldan el valor de nuestra moneda. En consecuencia en un futuro seguramente meteremos la mano en el bolsillo, y no notaremos que nos faltan pesos, pero si notaremos como en el 2002, que con esos pesos solo podemos comprar muchísimo menos. Por eso sin exageraciones podemos decir que defender las reservas del Banco Central, es defender la dignidad de nuestras salarios, de nuestras remuneraciones, de nuestras jubilaciones, y también las honestas utilidades de nuestros empresarios".


Buenos Aires, 7 de octubre de 2008


Sr. Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda
Don Gustavo Ángel Marconato


Asunto: Advertir gravísimas implicancias del art 72 del proyecto de ley de Presupuesto 2009, con los alcances previstos en el art. 29 de la CN.


Hace presente: Carta Documento enviada el 3/10/08 al Pte del BCRA, y presentación efectuada el 23/9/08 ante la Comisión Bicameral ley 26.122.


De nuestra consideración:

Nos dirigimos a Ud. y por su intermedio a los restantes diputados integrantes de esa Comisión para advertirlos de la enorme, hablando llanamente, barrabasada que esa comisión está por cometer –máxime en el actual contexto de crisis financiera internacional- con la aprobación del Art. 72 del proyecto de Presupuesto 2009 enviado por el Poder Ejecutivo.

Dicho art. 72, bien podría titularse como el himno a la deuda externa, ya que se pretende nada menos que modificar la Carta Orgánica del BCRA, a los efectos de emplear sus reservas internacionales para “honrar” el pago de la deuda externa.

De aprobarse ese Art. 72 se estaría superando largamente los superpoderes de Cavallo, que pretendió en el 2001 pagar la deuda externa con la garantía de los impuestos, pretensión que in extremis le rechazó el Congreso. Hoy nuevamente se pretende imponer que la deuda externa se pagará con la sangre, sudor, y lágrimas de los argentinos; precepto al que ahora se le ha agregado con la fortuna común de los argentinos; ya que se echará mano al respaldo del bien social indispensable que es nuestra moneda.

De forma parecida al año 2001, en el cual se echó mano a las reservas internacionales de los bancos y del BCRA, ahora se pretende echar mano a las reservas internacionales del BCRA. La historia del 2001 sabemos todo como terminó. Gran parte de los acreedores externos, anticipándose al previsto default argentino, se desprendieron de sus acreencias; y a cambio el sistema financiero argentino apareció atiborrado de títulos de la deuda externa. Y consecuentemente ese vaciamiento del BCRA y de nuestro sistema financiero, hizo colapsar catastróficamente nuestra economía y nuestra sociedad. Ahora nuevamente podríamos arribar a una situación parecida, en la cual el vaciamiento del BCRA y su consecuente imposibilidad de regular la moneda, derivaría a su vez en el vaciamiento del sistema financiero argentino, con todas las consecuencias económico-sociales que ello acarrearía.

Llegamos a ésta situación de vulnerabilidad del BCRA entre otras razones como resultado de la absoluta defección del Congreso en su tarea legislativa en las cuestiones de fondo; al delegar esta en los Decretos de Necesidad y Urgencia del Poder Ejecutivo; y al permitir ilegales parches introducidos en la legislación de fondo, mediante artículos disimulados en la ley del Presupuesto.

Así las leyes se han ido transformando en un caos normativo, lejos del ordenamiento sistémico que deberían tener, facilitándose de esta manera cualquier desastre y aventura. Lógicamente, siempre al servicio de los poderosos o de los intereses extranjeros, y en contra del interés nacional.

En este caso en particular, la cuestión comenzó con el DNU 401/2002, que fue emitido a principios del 2002 en plena crisis, por el entonces presidente Duhalde. Con él se permitió al BCRA emitir deuda, facultad que le había sido expresamente prohibida en 1992, al haber sido el BCRA el artífice esencial de la deuda externa fraudulenta que hoy nos agobia.

A partir de allí, ese DNU le permitió al BCRA adquirir apalancadamente una apariencia de reservas, mediante la emisión a mansalva de Letras y Notas (Lebac y Nobac), disimuladas éstas incluso mediante operaciones de pases pasivos. Cabe apuntar que la actual crisis financiera internacional, es precisamente una crisis de apalancamiento, a la que se llegó por la proliferación de “instrumentos novedosos” como las Lebac y Nobac y los pases. Instrumentos que así como aparentan crear reservas de la nada, también las pueden destruir velozmente si la desconfianza cunde como sucede actualmente, de la misma manera que se derrumba un castillo de naipes.

La siguiente vuelta de tuerca fue el DNU 1599/05, emitido a fines del 2005 por el entonces presidente Kirchner, con el que se posibilitó el pago cash al FMI. Pese a haber sido este organismo el principal co-responsable de la debacle argentina del `76 en adelante, y de la crisis terminal del año 2001. Con dicho DNU se subvirtió el sentido de la Carta Orgánica del BCRA, al establecer inusitadamente que las “reservas de libre disponibilidad” no son las que cubren la base monetaria, sino las que exceden esta. Se eliminó así absurdamente el concepto de reservas netas, que redundantemente, como lo dice cualquier manual de economía o contabilidad, son las verdaderas reservas. De esta manera se dispuso que esas seudo reservas de libre disponibilidad, pudieran aplicarse al pago de las obligaciones con los organismos financieros internacionales.

A continuación en el año en curso, con el decreto 1.394 y el DNU 1.472 se dispuso el pago cash al Club de París, partiendo de erradas digresiones respecto el carácter de organismo internacional del Club de Paris; y mediante implementar confusas excepciones a la Carta Orgánica del BCRA, en relación a la cuantía de los adelantos que este puede otorgar al Tesoro. El pago al Club de París es una medida ilegítima y absurda. Es ilegítima por el origen de esa deuda proveniente de la sangrienta dictadura militar, que oportunamente rechazó el Congreso (Ley Nro 23.854). Y es absurda a la luz de la actual crisis financiera internacional que conmueve al mundo.

Mayores detalles de esta álgida cuestión están expuestos en los adjuntos que acompañan la presente, consistentes en la copia de la Carta Documento enviada el 3 de octubre ppdo. al Sr. Presidente del BCRA —(ver nota anterior de este blog)–; y la copia de la presentación efectuada el 23 de septiembre ppdo. ante la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo Ley 26.122.

Esa sucesión de desbarres han llegado hoy a su culminación con el Art. 72 del proyecto de ley del Presupuesto, con el que se permitiría, sin limitación alguna en cuanto a la seudo “libre disponibilidad de las reservas”, el pago a los organismos financieros internacionales, así como cualquier otra deuda expresada en moneda extranjera. Metafóricamente de esta manera (igual que hizo Cavallo en el 2001, al permitir que las reservas del BCRA y los bancos se pudieran integrar con títulos públicos) se le está efectuando un boquete al Tesoro del BCRA, por donde los acreedores externos se podrán llevar las reservas que respaldan nuestra moneda y la solidez de las cuentas BCRA, dejándolo tan vacío como en el 2001.

Es casi innecesario apuntar que la norma constitucional del art. 29 en torno a un tema como éste, colocaría a quienes lo protagonicen en la categoría de infames traidores a la Patria. Mas allá de la absoluta endebles del Poder Judicial, no creemos que el pueblo argentino este en condiciones de soportar impunemente un nuevo fraude parecido o igual al del año 2001.

Al respecto expresamos al Sr. Presidente y los Sres. Legisladores que existen otras alternativas mucho más positivas para los genuinos intereses del país, a los efectos que Argentina pueda hacer frente a la encrucijada financiera en la que hoy se encuentra. Esta encrucijada es consecuencia del mal arreglo de la deuda pública que se hizo en el 2005, en la cual el Congreso una vez más delegó en el Poder Ejecutivo sus atribuciones más directas. Los errores y omisiones del pasado, son las causas de las dificultades financieras del presente. Y los errores actuales serán las causas de las dificultades financieras del futuro. Que pueden aparecer extraordinariamente aumentadas, a la luz de la crisis financiera que sacude al mundo. Es responsabilidad personal e indelegable de los Sres. Legisladores, que esto no suceda.

Si es de vuestro interés estamos en condiciones de exponer dichas alternativas personalmente.
Saludamos a Uds. atte.

4 de octubre de 2008

Carta a Martín Redrado


Sr Presidente del BCRA - Lic. Martín Redrado BCRA
Rte.: Mario Cafiero - Ricardo Monner Sans


Asunto: emisión de información mendaz y engañosa referida a la solvencia y liquidez del BCRA, y el pago al Club de París.

De mi consideración:

Nos dirigimos a Ud. y por su intermedio a los restantes directores del BCRA en el convencimiento que Ud. está difundiendo información engañosa referida a la solidez y solvencia de esa institución. Queremos advertirle también que esta conducta -mendaz y disvaliosa- merecería de una urgente investigación judicial, de no mediar de inmediato una debida corrección.

Nos referimos concretamente a las afirmaciones vertidas por Ud. el 26/09/08, que fueran amplificadas por los medios de comunicación, cuyo texto está disponible en la página web del BCRA. En ellas Ud. aseguró que “los actuales niveles de liquidez, de alrededor de 40% de los depósitos, son históricamente elevados. Este ratio es robusto comparado, por ejemplo, con los niveles mantenidos durante el período 1991-2001 (23,4% en promedio y un máximo de 29,2%). De esta manera pretende mostrar una fortaleza y solvencia por parte del Banco Central, que lamentablemente está muy lejos de la realidad.

En efecto, una simple observación de la información brindada por esa institución en la referida página web –“Panorama monetario y financiero (serie mensual)”- pone en evidencia que esos guarismos históricamente pueden ser correctos, pero no se compadecen para nada con los que se registran actualmente. La relación de la liquidez con los depósitos totales de “alrededor de 40 %” como Ud. manifiesta, fue alcanzada en Abril pasado, previo al conflicto con el campo. Pero en Julio bajó a un 35 %; y habría descendido en Agosto a un 27 % si el BCRA hubiese cumplido con el pago al Club de París ordenado por el PEN. Al respecto cabe apuntar que en Octubre del 2001, en vísperas del derrumbe de la convertibilidad e instalación del corralito, ese indicador fue del 33 %.

Empero el reproche que efectuamos a Ud. es tanto respecto las cantidades informadas, como la calidad de la información brindada. Sabe Ud. muy bien que referirse solamente a los depósitos, sin tener en cuenta el dinero en manos del público, es técnicamente incorrecto. Se trató evidentemente de usar un truco cosmético para aprovechar el fenómeno de la desbancarización de la sociedad argentina que se produjo como consecuencia del corralito. Es de su pleno conocimiento que luego de esa gran estafa, que tuvo como artífice indispensable a la institución que Ud. dirige; por la desconfianza que generó en el depositante argentino se redujo notablemente el multiplicador bancario o proporción de depósitos en relación a la moneda en manos del público. Este pasó de nueve veces en vísperas del “corralito”, a poco más de tres veces actualmente.

Si se considera el índice denominado “M3” (la suma de ambos conceptos) los indicadores en relación con la liquidez son aun más desfavorables. La relación en Julio fue de un 28 %. Y habría bajado en Agosto a un 21 % si se hubiese pagado al Club de París. Mientras que en vísperas de la caída de la convertibilidad en Octubre del 2001, ese indicador fue del 30 %. O sea que en todos los casos los indicadores actuales son peores a los previos al derrumbe de la convertibilidad.

La cuestión no acaba allí. Si en vez de los datos estadísticos se toman los datos contables que figuran en el Pasivo en los balances del BCRA (Títulos emitidos por BCRA, Obligaciones por Operaciones a Término, y Otros Pasivos) esos indicadores empeoran dramáticamente. La liquidez en relación a los depósitos bajó de un 31 % en Abril, a un 20 % en Julio. Y en Agosto habría llegado al 11 % si se hubiese efectuado el pago al Club de París. A su vez la liquidez en relación al M3 cayó del 25 % en Abril al 16 % en Julio. Y en Agosto se habría derrumbado a un 9 % si hubiese concretado el pago al FMI.

Sin embargo, lamentablemente, la cuestión tampoco acaba allí; dado que esos indicadores están elaborados en base a las Reservas Internacionales Brutas, no a las Reservas Internacionales Netas (entendiendo por Reservas Internacionales Netas a las Reservas Internacionales Brutas menos las deudas internacionales del BCRA). Si se tiene en cuenta estas, los números empeoran aun mas, acercándose a cero. Muy lejos de 40 % del que Ud. se jacta engañosamente ante el público. De tal manera los números dibujados por parte del BCRA, nada tienen que envidiarle a los mentirosos números del INDEC.

Sin entrar a analizar la calidad y consistencia de las inversiones realizadas con las Reservas Internacionales, que ofrecen graves dudas y reparos; ni a considerar que la mitad de ellas ha sido apalancada mediante una peligrosísima contracción de deuda interna a cortísimo plazo; es evidente que la existencia de “niveles de reserva históricamente altos” como Ud. afirma, es falso. Y es lamentable que Ud. repita el mismo sonsonete que se nos decía a los argentinos a principios del 2001, para encontrarnos al final de ese año sin un mísero peso o dólar en el bolsillo.

Mas allá de los tecnicismos, un análisis crítico y realista de los balances del BCRA nos indica que por mínimas razones prudenciales, máxime en las actuales circunstancias en que el mundo está azotado por un inusitado “tsunami financiero” internacional de imprevisibles consecuencias, el BCRA esta absolutamente imposibilitado de efectuar el pago cash al Club de Paris ordenado por el PEN.

También es verificable que el pago cash al FMI a principios del 2006, además de deteriorar seriamente los indicadores de liquidez y solvencia de esa institución, produjo efectos que impactaron fuertemente en la suba de la tasa de interés y por ende en la inflación. Igual que hoy, existían entonces caminos alternativos para evitar tanto el pago cash, como la supervisión del FMI; basados justamente en la corresponsabilidad del FMI en la absurda debacle argentina del último cuarto de siglo, cuestión que incluso tiene abierta una causa en la Justicia argentina. Muy otra sería la actual situación de nuestra economía y sociedad, si esos recursos o parte de ellos se hubiesen volcado reparatoriamente dentro de nuestro país, en vez de haberlos derramado inútilmente afuera.

En consecuencia, en nuestro carácter de ciudadanos argentinos profundamente interesados en la cosa pública, y tenedores -como millones de argentinos- de la moneda emitida por ese banco público:

-Apercibimos a Ud. para que cese en sus engaños a la opinión publica respecto la verdadera fortaleza y capacidad de pago de ese Banco Central. Conducta muy parecida a la que desplegó esa institución a lo largo del 2001, a la par que se perpetraba un feroz vaciamiento del sistema financiero argentino, en fraude a los ahorristas argentinos.

-Conminamos a Ud. y por su intermedio a los directores de ese banco, a cumplir acabadamente con su misión fundamental fijada en la Carta Orgánica de “preservar el valor de la moneda”, la que pese a estar muy mal distribuida, es un bien social y público indispensable en nuestra economía monetaria. Preservar es un verbo que va mucho más allá de guardar. Es poner a cubierto anticipadamente a nuestra moneda de algún daño o peligro probable o inminente, como los que se ciernen actualmente.

-En consecuencia lo instamos a oponerse al pago cash al Club de Paris ordenado ilegalmente por los decretos 1.394 y 1.472; al afectar dicho pago ruinosamente la sustentabilidad del BCRA; al no ser el Club de Paris un “organismo financiero internacional”; y al no mediar razones de “necesidad y urgencia” que justifiquen el dictado de esos decretos salteando olímpicamente al Congreso.

A luz del desmérito moral de esa deuda, ya que se trata sustancialmente de una deuda ilegítima proveniente de la sangrienta dictadura, que fuera rechazada por el Congreso; y a la luz de su falta de oportunidad, en el contexto de los acontecimientos financieros que están sacudiendo al mundo; ese pago de efectivizarse sería un acto de desadministración ruinoso, inexplicable, e inadmisible, digno de figurar en la “Historia de la estupidez humana” de Tabori, o en la “Historia universal de la infamia” de Borges.

Adjuntamos por pieza postal certificada la presentación efectuada ante la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo Ley 26.122 respecto el DNU 1.472/08, que contiene un análisis referido al estado real de esa institución.

Por razones de fuerza mayor no ha podido acompañar con su firma esta CD Francisco Javier Llorens quién ha posibilitado esta información.