7 de noviembre de 2007

Carta de Chávez a Cristina



Compañera, Camarada y Compatriota Cristina Fernández de Kirchner
Presidenta Electa de la República Argentina


Querida Cristina, amiga mía: Compañera Presidenta,

Con el más hondo sentimiento de júbilo, saludo la gran victoria popular del 28 de octubre de 2007 como la más hermosa reafirmación colectiva y soberana de la Argentina que llevo y llevaré siempre en el corazón. Hablo en nombre de mi Pueblo, este Pueblo venezolano que ama entrañablemente al Pueblo argentino y que ha hecho suya vuestra victoria.

En una carta del 11 de septiembre de 1848 dirigida al General Ramón Castilla, San Martín habla de sí mismo de esta forma: Una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos acaecidos en caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento, a fin de prestarle nuestros servicios en la lucha, pues calculábamos se había de empeñar. José de San Martín volvió a América, su América, en 1812, porque sintió el llamado en lo más íntimo de su alma y poseyó la suficiente fuerza de carácter como para no desoírlo. Nuestro compromiso, tú lo sabes, está en sentir ese llamado en lo más íntimo del alma, cada día, y tener la fuerza de carácter para oírlo y obedecerlo: es el compromiso que nos exigen nuestros Pueblos.

El gran Pueblo argentino votó por la continuidad del proceso de liberación nacional que comenzó en el año 2003 con el liderazgo del compañero Néstor Kirchner. Un proceso de liberación nacional firmemente arraigado en la memoria histórica: nada ni nadie pudo borrar al peronismo como encarnación de la esperanza popular y como expresión combativa del anhelo de justicia e igualdad de los descamisados.

Es por eso que el luminoso 28 de octubre de 2007 es un día de victoria para Mi general Perón: Perón ha seguido ganando batallas tras su desaparición física y estoy seguro que las seguirá ganando de cara al porvenir. El peronismo contemporáneo ha sabido recoger su bandera para retomar, con coraje y lucidez, el camino de la construcción de una Patria real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana.

Recuerdo, ahora, aquellas 20 verdades que constituyen la matriz ideológica del ideario peronista y que fueron dadas a conocer por el General Perón el 17 de octubre de 1950. Recuerdo, sobre todo, la última de ellas porque creo que es la clave que le da sentido a todas: En esta tierra lo mejor que tenemos es el Pueblo. Esta inmensa verdad ha sido demostrada y ratificada, una vez más, el 28 de octubre.

Le tocó a Néstor abrir el camino para dejar atrás, definitivamente atrás, la larga noche neoliberal, recogiendo e interpretando el clamor insurgente del Argentinazo: merece y merecerá todo el reconocimiento por ello. Estoy plenamente seguro que con tu liderazgo, el proceso de liberación nacional seguirá avanzando a paso de vencedoras y vencedores.

Cristina:

Celebrar contigo esta victoria popular de Argentina es celebrar y honrar la viva presencia de Evita en el sentimiento nuestroamericano. Por esta razón hoy quiero recordar, junto a ti, unas palabras que pronunciara el 27 de enero de 1947: La mujer debe afirmar su acción. La mujer debe optar. La mujer, resorte moral de un hogar, debe ocupar su quicio, en el complejo engranaje social de un pueblo. Lo pide una necesidad nueva de organizarse, en grupos más extendidos y remozados. Lo exige en suma, la transformación del concepto de la mujer, que ha ido aumentando sacrificadamente el número de sus deberes, sin pedir el mínimo de sus derechos.

Me atrevo a decir, entonces, que tu rotundo triunfo electoral no es otra cosa que la esperada afirmación –esperada desde siempre– de la acción de todas las mujeres argentinas: el comienzo de la transformación de un concepto que, para que sea tal, ha de fundarse en el merecido lugar que le corresponde en el complejo engranaje social del Pueblo, y hacer valer, ahora sí, el máximo de sus derechos. A menos no puede aspirar la mujer argentina, como tú bien lo has dicho: Sé que podemos desarrollar una gran tarea por nuestras aptitudes especiales por haber sido ciudadanas de lo privado y de lo público, por haber articulado el mundo de la familia y de la militancia. Y por haber hecho bien las dos cosas.

Necesario es reconocerlo: Argentina y Venezuela todavía están pagando las consecuencias de un modelo político, económico y social desastroso y excluyente y que, por tanto, tenía que hacer caer todo el peso del desastre y la exclusión en la mujer. Me refiero al neoliberalismo. No es extraño, entonces, que a partir de la imposición del modelo económico neoliberal en todo el mundo es cuando comienza a hablarse de feminización de la pobreza. Si la pobreza tiene rostro de mujer, la Segunda Independencia de Nuestra América y su más profunda y efectiva emancipación tiene, también, rostro de mujer.

Querida Presidenta:

El 28 de octubre ha vencido la Argentina que ha hecho suya la causa de la integración y la unidad. Y pongo sobre todo el acento en la unidad como el gran trabajo político a largo plazo: largo plazo, sí, que podría acortarse en la medida en que exista la voluntad necesaria. Recuerdo siempre estas palabras de Perón en La hora de los pueblos: La integración de la América Latina es indispensable: el año 2000 nos encontrará unidos o dominados.

La alianza estratégica entre la Argentina y Venezuela es la reafirmación de dos Pueblos que decidieron andar unidos para nunca más ser dominados. Es una alianza estratégica ejemplar y modélica a la que hay que seguir fortaleciendo e incrementando porque prefigura, así lo creo, la gran unidad política que debemos construir. Ganémosle, Cristina, tiempo al tiempo. Y parafraseando a Perón, digamos ahora: el año 2020 nos encontrará unidos y liberados.

Vuelvo a recordar, una vez más, las palabras del Libertador, de 1818, en carta de Juan Martín de Pueyrredón, Supremo Director de las Provincias del Plata: Excelentísimo Señor: cuando el triunfo de las armas de Venezuela complete la obra de su independencia, o que circunstancias más favorables nos permitan comunicaciones más frecuentes, y relaciones más estrechas, nosotros nos apresuraremos, con el más vivo interés, a entablar, por nuestra parte, el pacto americano, que, formando de todas nuestras repúblicas un cuerpo político, presente la América al mundo con un aspecto de majestad y grandeza sin ejemplo en las naciones antiguas. La América así unida, si el cielo nos concede este deseado voto, podrá llamarse, la reina de las naciones, y la madre de las repúblicas. Completar la independencia de cada una de nuestras Patrias y entablar un nuevo pacto americano son los asuntos determinantes en la definición y construcción del presente y del porvenir. En esa dirección políticamente coincidente, avanzamos Argentina y Venezuela.

Querida Cristina:

Vaya para ti y para Néstor, el más fuerte y fervoroso abrazo. Quiero desearte el más exitoso desempeño en la continuidad del proceso de liberación nacional de la Argentina que ahora te toca liderar. Para ello, como bien sabes, tendrás a este tu amigo, como un soldado. Y a Venezuela como una leal servidora. Transmite a tu Pueblo todo mi infinito cariño, pleno de respeto y admiración, junto con el renovado sentimiento de hermandad del Pueblo venezolano. Un fraterno beso, amiga mía, junto con el testimonio de mi amistad.

¡¡¡Hasta la Victoria Siempre!!!
¡¡Venceremos!!

Hugo Chávez Frías
31 de octubre de 2007